Mi historia como emprendedor online

O cómo di el salto sin estar preparado...

Perdiendo el miedo a dejar un empleo “estable” de 8:00 a 6:00 para vivir feliz emprendiendo y lidiando con la incertidumbre cada día.

El obstáculo es el
camino...

El 31 de octubre de 2017 a las 5:30 pm me despidieron de un empleo al que había llegado 18 meses antes con mucha ilusión.

En ese momento, mi esposa tenía 4 meses de embarazo y quedar desempleado en la recta final del año no era parte del plan.

¿Qué pasó y cómo afronté esta nueva adversidad? Quédate conmigo, te contaré el impacto que tuvo en mi vida y en mi experiencia como emprendedor digital.

Hola lector/a. Me da mucho gusto saludarte

Y, más aún, que te hayas tomado el tiempo de leer esta página; así podemos conocernos un poco mejor y saber si compartimos la misma ruta en esta apasionante travesía de emprender.

Por cierto, la frase que está al inicio no es mía. Es el título de un libro escrito por Ryan Holiday y que me ha encantado, se lo recomiendo a cualquiera que desee lograr su propósito en la vida.

Me gusta mucho leer, especialmente biografías, porque creo que es una de las mejores maneras de conocer la historia de una persona y cómo ha sido su proceso para llegar al lugar donde se propuso por iniciativa propia. Eso a lo que casi todos llamamos éxito.

Por tal motivo, siempre que llego a un sitio web lo primero que reviso es la página del autor. Esto me permite conocer sus objetivos, luchas, logros, fracasos y demás aspectos importantes que desee compartir. Al final, esto puede generar (o no), una conexión más directa con él o ella y, desde mi punto de vista, determinará la frecuencia con la que visite su sitio web. 

Y ya que estamos hablando de páginas de autor, algo que me llama mucho la atención es que la mayoría de estas páginas (al menos las que revisé antes de escribir esta que estás leyendo), se enfocan en destacar los logros más relevantes de sus autores. Me parece bien, no voy a criticar ese enfoque debido a que cada uno es libre de elegir cómo quiere conectar con su audiencia.

Sin embargo, como me gusta ir contra corriente (soy un rebelde con causa), en esta página “sobre mí” te voy a  contar mi experiencia a la inversa, es decir, cómo he ido logrando objetivos a partir de las caídas y los fracasos.

Decidí hacerlo así no porque quiera desanimarte, sino porque creo que el fracaso es más común que el éxito, y aunque desde niños nos preparan para evitarlo a toda costa es necesario para aprender y crecer. 

Primeros pasos: Enfrentando lo desconocido

Mi aventura online comenzó en el año 2006. Ese año marcó un antes y un después, debido a que hice realidad el sueño de tener mi primer PC. Ya te podrás imaginar la alegría que sentí.

A partir de ese momento prometí que esta sería mi herramienta principal para aprender y emprender. Esto es algo que he cumplido con firmeza hasta la fecha y así será siempre.

En ese entonces no tenía ni idea de que existía algo llamado marketing digital. Además, la información disponible no era tan confiable como en la actualidad, tenías que buscar con paciencia para encontrar contenido de valor, ya que los “vendehúmos” (que han existido desde tiempos inmemoriales), sin mucho esfuerzo lograban aparecer en los primeros resultados de Google.

Lo que recuerdo de esa época

  • Tenía 27 años y era empleado.
  • Lideraba un equipo de 25 asesores comerciales en la compañía líder del sector de telecomunicaciones.
  • Debido a que ya tenía algunos años de experiencia en el sector, soñaba con llegar a ser gerente nacional de ventas ahí o en otra empresa similar.
  • Aunque estaba muy feliz estrenando computador, estaba prácticamente en ceros en todo lo que tenía que ver con emprender en el mundo digital.

Objetivos principales

  • Adquirir más experiencia en el mundo corporativo y ascender en ese sector.
  • Ser un líder destacado en el área comercial, desarrollando y consolidando un equipo con alta orientación al logro.
  • Terminar mis estudios universitarios iniciados en el año 2003.

Objetivos secundarios

  • Iniciar en el mundo digital.
  • Aprender y ver qué iba pasando.

Cabe resaltar que en ese momento mi plan A era mi empleo y conocer el mundo digital era una idea que apenas se iba forjando en mi mente. Sabía que me gustaba, tenía muchas ganas, pero lo que no había contemplado era el largo camino que me esperaba por recorrer.

Avances importantes

  • Quería tener un sitio web pero no sabía cómo hacer uno. Así que después de navegar un rato en Google encontré un curso (de pago) donde enseñaban a hacer una página web desde cero usando Dreamweaver. Lo compré y empecé a estudiarlo y a aplicar lo que iba aprendiendo.
  • Esa fue mi primera compra online.
  • Contraté mi primer hosting y dominio.
  • Aprendí qué es un FTP, para qué sirve y cómo usarlo.
  • Y cómo no… Empecé a a crear mi sitio web con el “maravilloso” Dreamweaver.

Al ser empleado  a tiempo completo con bastantes responsabilidades y estudiante universitario en las noches, el tiempo no era algo que me sobrara, pero eran tantas mis ganas de aprender que trataba de aprovechar al máximo cualquier espacio libre que tenía para avanzar.

A este ritmo, me tomó 6 meses terminar mi primer “sitio web”. Estaba feliz y pensaba que me estaba convirtiendo en todo un crack del diseño web. Nada más lejos de la realidad.

Sin embargo, de lo que sí estaba muy cerca era de recibir mi primera lección como aprendiz de emprendedor digital.

Con toda la emoción que me embargaba, contacté a un amigo que tenía amplia experiencia creando sitios web y le mostré mi creación. Después de escuchar mi eufórica presentación, me bajó de la nube rápidamente comentando lo siguiente:

“Eso que has creado es una página web estática, Dreamweaver es un programa que dentro de poco estará obsoleto; a partir de ahora lo que funcionará son los sitios web dinámicos.” Y dicho esto me presentó a WordPress.

A partir de ahí, todo cambió.

No te voy a negar que fue un golpe duro para mí saber que había invertido el poco tiempo que tenía aprendiendo algo que “estaba de salida”, pero al mismo tiempo sentía una gran alegría de haber encontrado (gracias a mi amigo 4v4t4r), la herramienta adecuada para crear sitios web dinámicos fácil y rápido.

Así que como no había tiempo para lamentaciones, aprendí a instalar WordPress y comencé desde cero a crear un sitio web de verdad.

Errores importantes

  • Iniciar mi aventura digital  sin un plan específico. Estaba claro que tenía ganas de emprender en esta área pero arranqué sin rumbo fijo.
  • Comprar el primer curso que vi dejándome llevar por los “testimonios” que había en su landing page y todo el marketing a su alrededor.

¿Qué lección me quedó de este primer fracaso?

Cabe resaltar que no todo estaba perdido, lo más importante es que mi camino como emprendedor había iniciado y los errores hacen parte del viaje. Sin embargo, después de esto llegué a la siguiente conclusión:

Ser proactivo y buscar por tu cuenta es bueno, pero al ser un novato (como era mi caso), debí indagar más, preguntar a otras personas con más experiencia para saber qué opinaban del curso que compré. Si le hubiera preguntado a mi amigo 4v4t4r antes de comprarlo, me habría ahorrado 6 meses aprendiendo a manejar un programa como Dreamweaver que ya estaba “de salida”.

Acerca de Juan Camilo Alvarez


2007-2009

Seguía siendo empleado...

En un principio pensé que quemar las naves iba a ser fácil, pero la realidad es otra.

Un año después que me lancé a emprender con un montón de ilusiones, seguía siendo empleado en el sector de la tecnología, así que todavía contaba con poco tiempo extra para avanzar en mi proyecto digital.

Ahora (en 2022), con toda la experiencia que he acumulado en todos estos años, descubrí que el problema no era el poco tiempo que tenía, sino la falta de un plan específico que me permitiera estar enfocado en las cosas realmente importantes.

Objetivos principales

  • Aprender WordPress y dominarlo de la A a la Z, me gustaba mucho la herramienta y quería ser experto en este CMS.

  • Crear mi propio sitio web para vender mis productos y servicios.

Avances importantes

  • Aprendí mucho acerca de WordPress y de cómo crear sitios web profesionales sin tener conocimientos en programación.
  • Por fin pude graduarme de la universidad. Una carrera de 3 años, me tomó 6. Esto da para una historia entera.

Errores más relevantes

  • Pensaba que tenía que dominar WordPress al 100% para poder crear un sitio web profesional. En ese momento no conocía el concepto de Producto Mínimo Viable (PMV) del modelo Lean Startup.
  • Seguía sin diseñar un plan específico. Iba aprendiendo a mi ritmo pero sin fecha límite. Avanzar así es algo similar a tener un empleo y dejar que pase el tiempo hasta la hora del retiro o la jubilación sin intentar nada nuevo en el camino.
  • Siempre estaba buscando información nueva porque “hay que estar actualizado”. Eso me llevó a encontrar decenas de sitios web que prometían tener la fórmula mágica para tener éxito en los negocios online.

    Al final, terminé suscrito a un montón de boletines electrónicos donde constantemente enviaban mensajes vendiéndote el último gran curso que “enseñaba” cómo hacerte rico mientras duermes. ¿El resultado?

    Me dejé llevar por la ilusión de ese contenido vendedor, perdí el rumbo y caí en la trampa del estudiante eterno. Es decir, esa voz interior que te dice que nunca estás lo suficientemente preparado para lanzarte, siempre te falta aprender un poco más.

El error más grande

Aunque laboraba en una de las compañías más importantes del sector de telecomunicaciones, yo no era feliz. Las únicas cosas que me gustaban de ese empleo eran el equipo comercial tan talentoso que dirigía y el salario. 

Sin embargo, todo lo que tenía que ver con las funciones que debía desempeñar no me gustaban. Te cuento los motivos.

  • Tenía 4 jefes y todos pedían cosas en cualquier momento. Creo que no hacen falta los detalles para que te hagas una idea de cómo era el día a día.
  • Al estar en una compañía líder en su sector, había poco para aportar. La única opción era obedecer y muchas veces sólo porque  tus jefes lo decían y ya.
  • Las relaciones comerciales por conveniencia estaban a la orden del día, eso implicaba decir lo que otros querían escuchar aunque no fuera cierto. Eso es algo que nunca me ha gustado y aunque se suponía que debía hacer lo mismo, no lo hice. ¿El resultado?

Me despidieron.

Aunque el despido  me tomó por sorpresa (no lo vi venir), cuando recibí la noticia sentí una voz interior que me decía: “Por fin te han liberado de un empleo que no disfrutas”.

Aprendizaje

No es buena idea aceptar un empleo por el prestigio que tiene la empresa ni por el salario. Si no te hace feliz, ahí no hay nada.

Acerca de Juan Camilo Alvarez


2010-2012

Seguía sin tener un plan específico

Aquí hay un aprendizaje muy importante: La vida te repite las lecciones hasta que aprendas.

Lo único que quería era generar ingresos extra por Internet y cuando lo lograra, ahorrar el dinero suficiente para renunciar a mi empleo y dedicarme 100% a emprender online.

Aunque no parezca este es un deseo superficial y generalista. No tiene principio, ni final, ni estructura. Te puedes quedar toda la vida ahí y no lograr nada. Y eso era lo que me estaba pasando a mí.

¿Por qué me estaba pasando esto? Porque seguía haciendo las mismas cosas que no me estaban generando resultados. Yo debía cambiar y no lo estaba haciendo.

Objetivos principales

  • Lograr un ingreso extra en Internet.

  • Tener lo suficiente a nivel de ingresos para dejar mi empleo y emprender a tiempo completo.

Avances importantes

  • Después de tanto estudiar acerca de WordPress había logrado un nivel alto en el manejo de este CMS.
  • Creé varios sitios web con el objetivo de diversificar y generar ingresos con diferentes nichos.
  • Compré un curso (sí, otro). Pero me dejé vender la idea que este sería el de “la vencida”, con el que lograría US$ 5.000 mensuales y daría el gran salto a mi éxito en Internet.
  • Debido a que estaba diversificando, vi un seminario online que hablaba de marketing CPA (Coste por Acción) y como todo el tiempo decían que no había que vender nada y, aún así, generar miles de dólares al mes, me embarqué en esta nueva aventura convencido de que si sabía más de marketing digital y de las diferentes fuentes de ingreso, mayores probabilidades de éxito tendría. ¡Error!
  • Creé mi sitio web de marca personal: https://juancamiloalvarez.net
  • Creé el sitio web https://expertoenexcel.com
  • Creé un canal de YouTube con el mismo nombre especializado en Excel.
  • Empecé a generar ingresos con Google AdSense.

Renuncié a mi empleo

Después del despido que experimenté en 2007, conseguí otro empleo en una compañía de tecnología. Allí el ambiente laboral era fantástico, tenía 1 sólo jefe (una mujer muy talentosa y con la que había mucha empatía a nivel laboral).

Es extraño porque aunque el salario era muy inferior al que tenía en la empresa anterior, en este me sentía feliz. Estuve ahí por 3 años y renuncié porque mi jefe se fue para otra compañía y con la persona que la reemplazó no tuvimos química laboral, así que renuncié.

¿Por qué esto fue un avance para mí?

Porque a diferencia del empleo anterior, en este, comprendí y acepté rápidamente que las ideas y estrategias del nuevo jefe no estaban alineadas con las mías. Así que ¿por qué pasarla mal, aburrirme, estresarme y demás si podía renunciar y buscar algo nuevo?

Entonces me llené de valor y renuncié.

Esta fue la primera vez que renuncié a un empleo y lo hice simplemente porque me di cuenta que no me llenaba. A partir de ese momento empecé a sentir con fuerza que lo que realmente quería era emprender.

No quería otro empleo, pero debía tener uno

Todos (o casi todos) tenemos cuentas por pagar y yo no era la excepción. Así que si no quería otro empleo debía encontrar la forma de generar ingresos para cubrir mis responsabilidades mensuales. Tuve muchas ideas.

Sin embargo, tenía muy claro que debía emprender desde mi conocimiento, aprovechando mi experiencia en ventas ya que esto facilitaría un poco las cosas.

Después de evaluar diferentes ideas, decidí crear una distribuidora de productos desechables para negocios como tiendas, restaurantes, comidas rápidas, etc.

¿Por qué este negocio?

  • No requería mucho capital inicial (aparentemente).
  • Había que vender y es algo que se me da bien.
  • Era un producto de consumo y recurrente. (Para mí esto es clave).

Con todo esto claro empecé a crear mi plan de negocio y a la semana siguiente estaba visitando los primeros clientes potenciales.

Acerca de Juan Camilo Alvarez


2013-2015

Mi momento de tocar fondo

Esta fue una de las etapas más difíciles de mi vida a nivel personal, profesional y, por supuesto, como emprendedor.

Fue una época de muchas caídas, fracasos, inseguridades y grandes cambios.

Sin embargo, todos esos momentos difíciles que viví, me han servido para fortalecerme y para aprender muchas cosas en diferentes áreas de mi vida.

En este punto, recuerdo una frase de Tony Robbins que es de gran utilidad para cualquier emprendedor: “Los problemas son el combustible del éxito”.

Objetivos principales

  • A pesar de tantos fracasos, tenía 100% claro mi proyecto de vida: ser emprendedor digital.

  • Consolidar una fuente de ingresos online que me permitiera dedicarme a mis proyectos sin perder el rumbo.
  • Demostrarle a mi entorno familiar más cercano que no estaba loco y que podía vivir de mis negocios en Internet.

Avances importantes

  • El sitio web expertoenexcel.com tenía muy bien posicionamiento en Google y en YouTube, y gracias a eso estaba generando US$ 300 mensuales.
  • Mi sitio web de marca personal poco a poco iba ganando visibilidad gracias al contenido que iba publicando.
  • Creé un segundo canal de YouTube para mi marca personal.

Errores más relevantes

  • Falta de enfoque. Tenía 2 proyectos que quería posicionar al mismo tiempo y no contaba con la experiencia suficiente para llevarlos a ambos a buen puerto.
  • Tener tanta necesidad de generar ingresos. Eso me estresaba y añadía mucha presión a cada día.
  • Querer demostrarle a otros que yo estaba en la ruta correcta y que ellos estaban equivocados.

Esto último es uno de los errores más graves que se puede cometer. Es la mayor pérdida de tiempo y energía porque no hay que demostrarle nada a nadie. La única persona que tiene que estar convencida de que vas por el camino correcto eres tú.

Avanza por ti y no te distraigas con los perros que te ladren en el camino.

  • Seguir siendo empleado sólo para complacer a otras personas y por dejarme ganar por el miedo a fracasar. ¿Cuál fue el resultado de esto? En esa época tuve 4 empleos diferentes y no logré adaptarme en ninguno.

Como dice mi amiga y colega Catalina Zapata: “Donde el alma sonríe, ahí es”.

Y estaba claro que al ser empleado mi alma no podía sonreír porque eso es lo opuesto a ser emprendedor.

 

Acerca de Juan Camilo Alvarez


2016-2017

El miedo te paraliza

Debido a todos los problemas que tuve entre 2013 y 2015 entré en un estado de parálisis por análisis.

Y aunque tomé la decisión de “quemar las naves” para jugármela a vencer o morir, tenía una mezcla de sentimientos que no me permitieron avanzar como anhelaba.

Este fue un momento donde me tuve que enfrentar a mis miedos y decidir si me dejaba vencer por ellos o pasar por encima y avanzar.

No es fácil estar ahí, pero me atrevo a afirmar que todos debemos enfrentar este momento en alguna parte (o en varias) de nuestra vida, y la decisión que tomemos será clave para nuestra realización personal. 

Objetivos principales

  • Sólo uno. Alejarme de todo lo que me impidiera  avanzar hacia la meta de ser emprendedor digital. Eso incluía personas, malos hábitos, inseguridades, negativismo, miedo, etc.

Avances

  • Después de vivir un mes cargado de momentos negativos y llenos de incertidumbre, decidí darle un giro de 180° a mi vida y me puse como tiempo límite 1 semana.
  • Recordé las experiencias difíciles que había tenido que enfrentar en el pasado y que logré superar. Me armé de valor y modifiqué drásticamente la ruta sin cambiar la meta.

Recuerda algo

Existen diferentes caminos para llegar a un mismo lugar, lo único que necesitas es parar por un instante, pensar y salir a buscarlos.

Tomar esta decisión tan drástica fue muy dolorosa, pero mi voz interior me decía que era eso o quedarme anclado a una vida que no era la mía, llena de rutina y donde no habían grandes sueños por alcanzar.

  • Debido a que tenía claro mi objetivo de ser emprendedor digital, si iba a tener un empleo (mientras me estabilizaba y superaba mi crisis reciente), tenía que ser en marketing digital. Afortunadamente lo logré.
  • Tuve la oportunidad de laborar como director de marketing digital en 2 empresas, una agencia de desarrollo web y una empresa de tecnología respectivamente.

Estoy muy agradecido con ambas experiencias debido a que me ayudaron a crecer tanto en lo personal como en lo profesional, y fueron claves en ese proceso de transición que estaba viviendo.

Errores más relevantes

  • Debido a que estaba pasando por un momento personal muy difícil, en varias ocasiones dije e hice cosas que hirieron a otras personas.
  • Me enfoqué demasiado en ambos empleos en su respectivo momento y pausé el avance de mis proyectos digitales.
  • Entré en una zona de confort y en los ratos libres que tenía, en vez de avanzar con mis proyectos, me la pasaba viendo series y contenido que no le aportaba ningún valor a mi vida.
  • Dediqué mucho tiempo y energía a culparme por todos mis errores del pasado.
  • Caí en la trampa del síndrome del impostor afectando notablemente mi avance como emprendedor. Fue un bache duro del que me costó salir.
Acerca de Juan Camilo Alvarez


2018-2022

Llegó la hora del cambio

Cuidado con lo que piensas porque siempre se va a manifestar.

El 10 de julio de 2017 mi esposa me daba una noticia que marcaría una antes y un después en mi vida. Estaba embarazada de Sofía, nuestra primera hija.

Siempre había anhelado tener hijos y Dios me estaba dando la oportunidad de hacer este sueño realidad justo cuando estaba próximo a cumplir 40 años. ¡Qué alegría!

En ese momento era empleado pero estaba volviendo a la ruta del emprendimiento, cada día tomaba más fuerza la idea de volver y retomar mis proyectos digitales. Lo que no sabía era que debía pagar un precio por regresar.