mi historia como emprendedor online

Y cómo di el salto sin estar preparado

Enfrentando el miedo a dejar un empleo “estable” de 8:00 a 6:00 para vivir feliz emprendiendo y lidiando con la incertidumbre cada día.

Te contaré todo sobre mi travesía desde que decidí seguir el deseo de mi corazón y aventurarme a emprender, sin guardarme nada, ni siquiera las experiencias más difíciles.

¡Así que no esperes más! Conviértete en un emprendedor valiente y resiliente, y descubramos juntos cómo superar los obstáculos en el camino hacia la realización personal.

El obstáculo es el camino

Un despido inesperado…

El 31 de octubre de 2017 a las 5:30 pm me despidieron de un empleo al que había llegado 18 meses antes con mucha ilusión.

En ese momento, mi esposa tenía 4 meses de embarazo y quedar desempleado en la recta final del año no era parte del plan.

¿Qué pasó y cómo lo afronté?

Quédate conmigo, te contaré el impacto que tuvo en mi vida y en mi experiencia como emprendedor digital.

Te darás cuenta que no es tan difícil como parece, los únicos requisitos imprescindibles son: Persistir, resistir y nunca desistir.

Me da mucho gusto saludarte

Y, más aún, que te hayas tomado el tiempo de leer esta página; así podemos conocernos un poco mejor y saber si compartimos la misma ruta en esta apasionante travesía de emprender.

Por cierto, la frase (El obstáculo es el camino) que está al inicio no es mía. Es el título de un libro escrito por Ryan Holiday y que me ha encantado, se lo recomiendo a cualquiera que desee lograr su propósito en la vida.

Me gusta mucho leer, especialmente biografías, porque creo que es una de las mejores maneras de conocer la historia de una persona y cómo ha sido su proceso para llegar al lugar donde se propuso por iniciativa propia. Eso a lo que casi todos llamamos éxito.

Por tal motivo, siempre que llego a un sitio web lo primero que reviso es la página del autor. Esto me permite conocer sus objetivos, luchas, logros, fracasos y demás aspectos importantes que desee compartir. Al final, esto puede generar (o no), una conexión más directa con él o ella y, desde mi punto de vista, determinará la frecuencia con la que visite su sitio web. 

Y ya que estamos hablando de páginas de autor, algo que me llama mucho la atención es que la mayoría de estas páginas (al menos las que revisé antes de escribir esta que estás leyendo), se enfocan en destacar los logros más relevantes de sus autores. Me parece bien, no voy a criticar ese enfoque debido a que cada uno es libre de elegir cómo quiere conectar con su audiencia.

Sin embargo, como me gusta ir contra corriente (soy un rebelde con causa), en esta página “sobre mí” te voy a  contar mi experiencia a la inversa, es decir, cómo he ido logrando objetivos a partir de las caídas y los fracasos desde mi lado más personal.

Decidí hacerlo así no porque quiera desanimarte, sino porque creo que el fracaso es más común que el éxito, y aunque desde niños nos preparan para evitarlo a toda costa, es necesario verlo de cerca para aprender y crecer. 

Mi aventura online comenzó en el año 2006. Ese año marcó un antes y un después, debido a que hice realidad el sueño de tener mi primer PC. Ya te podrás imaginar la alegría que sentí.

A partir de ese momento prometí que esta sería mi herramienta principal para aprender y emprender. Esto es algo que he cumplido con firmeza hasta la fecha y así será siempre.

En ese entonces no tenía ni idea de que existía algo llamado marketing digital. Además, la información disponible no era tan confiable como en la actualidad, tenías que buscar con paciencia para encontrar contenido de valor, ya que los “vendehúmos” (que han existido desde tiempos inmemoriales), sin mucho esfuerzo lograban aparecer en los primeros resultados de Google.

Lo que recuerdo de esa época

  • Tenía 27 años y era empleado.
  • Lideraba un equipo de 25 asesores comerciales en la compañía líder del sector de telecomunicaciones.
  • Debido a que ya tenía algunos años de experiencia en el sector, soñaba con llegar a ser gerente nacional de ventas ahí o en otra empresa similar.
  • Aunque estaba muy feliz estrenando computador, era un completo novato en todo lo que tenía que ver con emprender en el mundo digital.

Objetivos principales

  • Adquirir más experiencia en el mundo corporativo y ascender en ese sector.
  • Ser un líder destacado en el área comercial, desarrollando y consolidando un equipo con alta orientación al logro.
  • Terminar mis estudios universitarios iniciados en el año 2003.

Objetivos secundarios

  • Iniciar en el mundo digital.
  • Aprender y ver qué iba pasando.

Cabe resaltar que en ese momento mi plan A era mi empleo y conocer el mundo digital era una idea que apenas se iba forjando en mi mente. Sabía que me gustaba, tenía muchas ganas, pero lo que no había contemplado era el largo camino que me esperaba por recorrer.

Avances importantes

  • Quería tener un sitio web pero no sabía cómo hacer uno. Así que después de navegar un rato en Google encontré un curso (de pago) donde enseñaban a hacer una página web desde cero usando Dreamweaver. Lo compré y empecé a estudiarlo y a aplicar lo que iba aprendiendo.
  • Esa fue mi primera compra online.
  • Contraté mi primer hosting y dominio.
  • Aprendí qué es un FTP, para qué sirve y cómo usarlo.
  • Y cómo no, empecé a a crear mi sitio web con el “maravilloso” Dreamweaver.

Al ser empleado a tiempo completo con bastantes responsabilidades y estudiante universitario en las noches, el tiempo no era algo que me sobrara, pero eran tantas mis ganas de aprender que trataba de aprovechar al máximo cualquier espacio libre que tenía para avanzar.

A este ritmo, me tomó 6 meses terminar mi primer “sitio web”. Estaba feliz y pensaba que me estaba convirtiendo en todo un crack del diseño web. Nada más lejos de la realidad.

Sin embargo, de lo que sí estaba muy cerca era de recibir mi primera lección como aprendiz de emprendedor digital.

Con toda la emoción que me embargaba, contacté a un amigo que tenía amplia experiencia creando sitios web y le mostré mi creación. Después de escuchar mi eufórica presentación, me bajó de la nube rápidamente comentando lo siguiente:

“Eso que has creado es una página web estática, Dreamweaver es un programa que dentro de poco estará obsoleto; a partir de ahora lo que funcionará son los sitios web dinámicos.” Y dicho esto me presentó a WordPress.

David ‘Élite’ Moreno

A partir de ahí, todo cambió.

No te voy a negar que fue un golpe duro para mí saber que había invertido el poco tiempo que tenía aprendiendo algo que “estaba de salida”, pero al mismo tiempo sentía una gran alegría de haber encontrado (gracias a mi amigo 4v4t4r), la herramienta adecuada para crear sitios web dinámicos fácil y rápido.

Así que como no había tiempo para lamentaciones, aprendí a instalar WordPress y comencé desde cero a crear un sitio web de verdad.

Errores importantes

  • Iniciar mi aventura digital  sin un plan específico. Estaba claro que tenía ganas de emprender en esta área pero arranqué sin rumbo fijo.
  • Comprar el primer curso que vi dejándome llevar por los “testimonios” que había en su landing page y todo el marketing a su alrededor.

¿Qué lección me quedó de este primer fracaso?

Cabe resaltar que no todo estaba perdido, lo más importante es que mi camino como emprendedor había iniciado y los errores hacen parte del viaje. Sin embargo, después de esto llegué a la siguiente conclusión:

Ser proactivo y buscar por tu cuenta es bueno, pero al ser un novato (como era mi caso), debí indagar más, preguntar a otras personas con más experiencia para saber qué opinaban del curso que compré.

Si le hubiera preguntado a mi amigo David Moreno @4v4t4r antes de comprarlo, me habría ahorrado 6 meses aprendiendo a manejar un programa como Dreamweaver que ya estaba “de salida”.

Bienvenido a la jungla

Aunque estaba muy feliz al ver mis primeros resultados creando mi sitio web en WordPress, esto apenas era el comienzo y no imaginaba, ni por asomo, en la jungla que me había metido. ¿Quieres saber todo lo que ha pasado? Quédate conmigo y te contaré con total transparencia, todo lo que he hecho (y lo que no), desde el año 2007 hasta ahora.

2007 – 2009

Seguía siendo empleado

En un principio pensé que quemar las naves iba a ser fácil,
pero la realidad se encargó de aterrizarme.

Un año después de haberme lanzado a emprender con un montón de ilusiones, seguía siendo empleado en el sector de la tecnología, así que todavía contaba con poco tiempo extra para avanzar en mi proyecto digital.

Ahora (en 2024), con toda la experiencia que he acumulado en todos estos años, descubrí que el problema no era el poco tiempo que tenía, sino la falta de un plan específico que me permitiera estar enfocado en las cosas realmente importantes.

«El mejor guerrero es el hombre promedio con un enfoque extraordinario»

Bruce Lee

Acciones implementadas

Piensa y analiza pero no te detengas, escucha a tu corazón y toma acción masiva imperfecta.

Al principio es muy fácil cometer el error de hacer muchas cosas como vayan saliendo. Lo más sano es evitar cualquier tipo de acción desordenada. Define 1 ó 2 objetivos y da tu máximo esfuerzo para lograrlos.

Estos fueron los que me propuse alcanzar en aquella época.

Objetivo #1: Aprender WordPress y dominarlo, me gustaba mucho la herramienta y quería ser experto en este CMS.

Objetivo #2: Crear mi propio sitio web para vender mis productos y servicios.

Es normal avanzar poco al principio, debido a la falta de experiencia y a muchos otros factores que nos juegan en contra, pero no te frustres, ni te desesperes, sigue avanzando y verás que cada día lo haces un poco mejor que el anterior.

Esto fue lo que logré avanzar en ese momento:

WordPress: Aprendí mucho acerca de WordPress y de cómo crear sitios web profesionales sin tener conocimientos en programación, pero todavía me quedaba mucho por aprender.

Universidad: Por fin pude graduarme de la universidad. Una carrera de 3 años, me tomó 6. Esto da para una historia entera.

Pensaba que tenía que dominar WordPress al 100% para poder crear un sitio web profesional. En ese momento no conocía el concepto de Producto Mínimo Viable (PMV) del modelo Lean Startup.

Seguía sin diseñar un plan específico. Iba aprendiendo a mi ritmo pero sin fecha límite. Avanzar así es algo similar a tener un empleo y dejar que pase el tiempo hasta la hora del retiro o la jubilación sin intentar nada nuevo en el camino.

Siempre estaba buscando información nueva porque “hay que estar actualizado”. Eso me llevó a encontrar decenas de sitios web que prometían tener la fórmula mágica para tener éxito en los negocios online. Al final, terminé suscrito a un montón de boletines electrónicos donde constantemente enviaban mensajes vendiéndote el último gran curso que “enseñaba” cómo hacerte rico mientras duermes. ¿El resultado?

Me dejé llevar por la ilusión de ese contenido vendedor, perdí el rumbo y caí en la trampa del estudiante eterno. Es decir, esa voz interior que te dice que nunca estás lo suficientemente preparado para lanzarte, siempre te falta aprender un poco más.

El error más grande

Aunque laboraba en una de las compañías más importantes del sector de telecomunicaciones, yo no era feliz. Las únicas cosas que me gustaban de ese empleo eran el equipo comercial tan talentoso que dirigía y el salario. 

Sin embargo, todo lo que tenía que ver con las funciones que debía desempeñar no me gustaban. Te cuento los motivos.

Tenía 4 jefes y todos pedían cosas en cualquier momento. Creo que no hacen falta los detalles para que te hagas una idea de cómo era el día a día.

Al estar en una compañía líder en su sector, había poco para aportar. La única opción era obedecer y muchas veces sólo porque  tus jefes lo decían y ya.

Las relaciones comerciales por conveniencia estaban a la orden del día, eso implicaba decir lo que otros querían escuchar aunque no fuera cierto. Eso es algo que nunca me ha gustado y aunque se suponía que debía hacer lo mismo, no lo hice. ¿El resultado?

Me despidieron.

Aunque el despido  me tomó por sorpresa (no lo vi venir), cuando recibí la noticia sentí una voz interior que me decía: “Por fin te has liberado de un empleo que no disfrutas”.

No es buena idea aceptar un empleo por el prestigio que tiene la empresa ni por el salario. Si no te hace feliz, debes buscar otras opciones. De lo contrario, vas a tener que lidiar con niveles de estrés altos, mal humor, desgaste mental y físico, frustración, entre otras.

Más allá del buen nombre de la compañía para que laboras y del excelente salario, la pregunta que debes hacerte y responder con total sinceridad es la siguiente: ¿Merece la pena o merece la dicha?

Cabe aclarar que desconozco totalmente tu situación actual, pero lo que sí puedo decirte con total certeza, es que tu corazón vibra de alegría cuando estás donde trabajas por tu propósito de vida, y en el caso opuesto, ni hay vibración ni hay emoción. ¿Entonces, para qué engañarnos?

2010 – 2012

Seguía sin tener un plan específico

Aquí hay un aprendizaje muy importante: La vida te repite las lecciones hasta que aprendas.

Lo único que quería era generar ingresos extra por Internet y cuando lo lograra, ahorrar el dinero suficiente para renunciar a mi empleo y dedicarme 100% a emprender online.

Aunque no parezca este es un deseo superficial y generalista. No tiene principio, ni final, ni estructura. Te puedes quedar toda la vida ahí y no lograr nada. Y eso era lo que me estaba pasando a mí.

¿Por qué me estaba pasando esto? Porque seguía haciendo las mismas cosas que no me estaban generando resultados. Yo debía cambiar y no lo estaba haciendo.

Acciones implementadas

¿Te han hablado de tener un plan B? ¡Cuidado! Puede distraerte de tu plan A.

Es muy común escuchar a personas que recomiendan que es mejor emprender sin dejar el empleo. O lo que es lo mismo, tomar el emprendimiento como plan B. Yo lo hice así al principio, pero no me funcionó. ¿Por qué? Por algo muy simple. Tu empleo y tu emprendimiento requieren enfoque y es muy difícil enfocarse cuando tienes que pensar en dos cosas a la vez.

Estos fueron los que me propuse alcanzar en aquella época.

Objetivo #1: Lograr un ingreso extra en Internet.

Objetivo #2: Tener los ingresos suficientes para dejar mi empleo y emprender a tiempo completo.

Algunas veces (o muchas), sentirás que haces muchas cosas y parece que avanzas muy poco o nada, pero no es así. La clave está en detenerse cada cierto tiempo y revisar con atención qué estás logrando con tus acciones. Hay que aceptar que hay cosas que se le dan mejor a otras personas, mientras que a otras les cuesta más.

Mi recomendación es que no compares tu proceso con el de los demás, especialmente si son referentes. Ellos están en otra fase de su proceso, y eso no significa que lo saben todo y dejaron de aprender, para nada, siguen luchando, sólo que en otras cosas y con otro nivel de responsabilidad.

Yo perdí mucho tiempo y energía porque constantemente me comparaba con referentes del marketing digital a los que seguía, y lo único bueno que encontré en ese camino fue cuando entendí que iba por la ruta equivocada. Se que es difícil, pero entre más rápido entiendas esto, más rápido avanzarás hacia tu destino.

Estos fueron mis avances de la época:

WordPress: Después de tanto estudiar había logrado un nivel alto en el manejo de este CMS.

Aplicando lo aprendido: Creé varios sitios web con el objetivo de diversificar y generar ingresos con diferentes nichos.

Un nuevo curso: Compré un curso (sí, otro). Pero me dejé vender la idea que este sería el de “la vencida”, con el que lograría US$ 5.000 mensuales y daría el gran salto a mi éxito en Internet. Ya ni su autor cree en esos cursos.

Descubrí el santo grial: Debido a que estaba diversificando (al menos eso creía), vi un seminario online que hablaba de marketing CPA (Coste por Acción) y como todo el tiempo decían que no había que vender nada y, aún así, generar miles de dólares al mes, me embarqué en esta nueva aventura convencido de que si sabía más de marketing digital y de las diferentes fuentes de ingreso, mayores probabilidades de éxito tendría. ¡Error!

Marca personal: Creé la primera versión de mi sitio web para trabajar mi marca personal.

Enseñando Excel: Creé el sitio web https://expertoenexcel.com (ya no es mío, más adelante conocerás la razón).

Canal de YouTube: Creé un canal con el mismo nombre especializado en Excel. (Ya no existe. También hay mucho qué contar).

Por fin, mis primeros ingresos: Empecé a generar ingresos con Google AdSense.

Después del despido ocurrido en 2007, conseguí otro empleo en una compañía de tecnología. Allí el ambiente laboral era fantástico, tenía 1 sólo jefe (una mujer muy talentosa y con la que había mucha empatía a nivel laboral). ¡Gracias Carolina!

Es extraño porque aunque el salario era muy inferior al que tenía en la empresa anterior, en este me sentía feliz. Estuve ahí por 3 años y renuncié porque mi jefe (Carolina), se fue para otra compañía y con la persona que la reemplazó no hubo química laboral, así que renuncié.

¿Por qué esto fue un avance para mí?

Porque a diferencia del empleo anterior, en este, comprendí y acepté rápidamente que las ideas y estrategias del nuevo jefe no estaban alineadas con las mías. Así que ¿por qué pasarla mal, aburrirme, estresarme y demás si podía renunciar y buscar algo nuevo?

Entonces me llené de valor y renuncié.

Esta fue la primera vez que renuncié a un empleo escuchando mis emociones, simplemente porque me di cuenta que no me llenaba. A partir de ese momento empecé a sentir con fuerza que lo que realmente quería era emprender.

No quería otro empleo, pero debía tener uno

Todos (o casi todos) tenemos cuentas por pagar y yo no era la excepción. Así que si no quería otro empleo debía encontrar la forma de generar ingresos para cubrir mis responsabilidades mensuales. Tuve muchas ideas.

Sin embargo, tenía muy claro que debía emprender con lo que sabía hacer en ese momento, es decir, aprovechando mi experiencia en ventas ya que esto facilitaría un poco las cosas.

Después de evaluar diferentes ideas, decidí crear una distribuidora de productos desechables para negocios como tiendas, restaurantes, comidas rápidas, etc. Ahí nació Distrideli.

¿Por qué este negocio?

  • No requería mucho capital inicial (aparentemente).
  • Había que vender y es algo que se me da bien.
  • Era un producto de consumo recurrente. Algo muy ganador porque si te compran una vez y les gusta tu atención y el producto, tendrás clientes estables.

Con todo esto claro empecé a crear mi plan de negocio y a la semana siguiente estaba visitando los primeros clientes potenciales.

Es cierto que cuando decides emprender hay que asumir riesgos, sin embargo, hay que tener la capacidad de reconocer que muchas veces actuamos completamente cegados por la emoción y no medimos las consecuencias.

Con esto no estoy diciendo que me arrepiento de los avances que intenté tener, pero viendo las cosas ahora y desde otra posición, habría hecho las cosas un poco diferentes. Te lo explico a continuación.

1. Incoherencia entre tus acciones y tus objetivos

Si vas a renunciar a tu empleo y vas a crear uno propio (como freelance o autónomo), haz que esté directamente relacionado con tu objetivo principal.

En mi caso creé una distribuidora de productos desechables, estaba bien como negocio, pero más allá de las ventas, ese nicho (en ese momento), no tenía nada que ver con proyectos digitales. Por lo que toda mi atención y mi energía las invertía cada día en algo que no era mi propósito de vida. Me gustaba sí, pero no era lo que me apasionaba hasta el punto de hacerlo sin que me pagaran.

2. Pensar demasiado en el dinero

No quiero que esto se vaya a malinterpretar, estamos de acuerdo en que necesitamos dinero para pagar las cuentas y más aún cuando te has independizado de la casa de tus padres.

Sin embargo, cuando pensamos demasiado en los ingresos que tenemos que lograr con nuestro nuevo proyecto, de una forma inexplicable pero certera, sucede todo lo contrario. No ganamos nada, o apenas lo suficiente para sobrevivir.

En vez de estar con miedo pensando que no vas a llegar a fin de mes, enfócate en resolver problemas con lo que sabes, si lo haces bien, te aseguro que encontrarás personas dispuestas a pagar por tus servicios.

3. Prestar atención a los anuncios que hablan de ganar dinero sin conocimientos previos

Seamos claros, la publicidad está hecha para vender, y uno de sus objetivos es captar tu atención. Con esto no quiero decir que toda la publicidad es mala, hay anuncios interesantes y que aportan valor.

El problema es que cuando estamos dando nuestros primeros pasos como emprendedores, somos muy susceptibles de distraernos con cualquier anuncio, especialmente si te dicen cómo ganar dinero desde casa y con el mínimo esfuerzo.

Así que por tu bien, no caigas. Es más, te recomiendo que actives un bloqueador de anuncios para evitar tentaciones.

Cuando estás empezando toda tu atención debe estar enfocada en lo siguiente: Averiguar cómo puedes resolver problemas con tu conocimiento, afianzar y aumentar esos conocimientos aprendiendo de buenas fuentes de información y aplicar lo aprendido lo más pronto posible.

Hay frases que escuchamos a muy temprana edad y en repetidas ocasiones a lo largo de nuestra vida, pero casi siempre sólo aprendemos yendo a la escuela de los golpes duros. ¿Te suena eso del que mucho abarca, poco aprieta? Seguro que sí.

En esta fase de mi proceso como emprendedor me las di de Superman muchas veces y aunque veía que no avanzaba lo esperado, seguía insistiendo por el mismo camino. Es verdad que algunas veces hay que ser testarudo con tus ideas, pero otras, lo mejor es parar, revisar qué es lo que no te deja avanzar, soltarlo y quedarte sólo con lo necesario para cumplir tu objetivo.

Preguntas importantes:

1. ¿A cuántas listas de email estás suscrito/a? ¿Las necesitas todas?

2. ¿Cuántos cursos has comprado? ¿Los has completado todos? ¿Has aplicado lo aprendido?

3. ¿Cuántos proyectos llevas en paralelo? ¿Te funcionan todos? ¿Puedes con todos?

Ahora te toca a ti. Revisa y actúa según lo que consideres correcto.

2013 – 2015

Mi momento de tocar fondo

Esta fue una de las etapas más difíciles de mi vida a nivel personal, profesional y, por supuesto, como emprendedor.

Fue una época de muchas caídas, fracasos, inseguridades y grandes cambios.

Sin embargo, todos esos momentos difíciles que viví, me han servido para fortalecerme y para aprender muchas cosas en diferentes áreas de mi vida.

Si por alguna extraña coincidencia has pasado o estás pasando actualmente por un momento similar, recuerda este mensaje que nos comparte un crack del desarrollo personal.

«Los problemas son el combustible del éxito»

Tony Robbins

Acciones implementadas

¿Has querido tirar la toalla? No te preocupes, no estás solo/a

Me sentía cansado, llevaba 7 años desde que inicié este camino y no veía grandes logros. ¿Será que emprender no era para mí? Esa pregunta aparecía constantemente en mi mente. Sin embargo, y pese a todo, quería seguir.

Esto fue lo que me propuse alcanzar después de sentir que hasta ese momento había fracasado.

Objetivo #1: No renunciar a ganarme la vida con mi trabajo en Internet.

Objetivo #2: Consolidar esa fuente de ingresos online para dedicarme a mis proyectos sin perder el rumbo.

Objetivo #3: Demostrarle a mi entorno familiar más cercano que no estaba loco y que podía vivir de mis negocios en Internet. **

** No sabía porque estaba obsesionado con el objetivo #3 aunque sabía que era un error. ¿Necesidad de aceptación de los demás? ¿Baja autoestima? Ya veremos.

Aunque estaba pasando por mi peor momento y estaba muy bajo de energía, algunos proyectos estaban despegando. Eso me daba ánimo y motivación para no tirar la toalla.

Hola Excel: El sitio web expertoenexcel.com tenía muy bien posicionamiento en Google y en YouTube, y gracias a eso estaba generando US$ 300 mensuales.

Marca personal: Mi sitio web juancamiloalvarez.net poco a poco iba ganando visibilidad gracias al contenido que estaba publicando.

Firme con el vídeo: Creé un segundo canal de YouTube para mi marca personal.

¿Será que le había dado a la tecla? Ya era hora ¿No?

Una de los errores que más me costó superar fue el de estar mencionando constantemente lo que pensaba que iba a ganar en 3 los próximos 3, 6 y 12 meses. A ver… ¿No es bueno visualizar?

Claro que es bueno, de hecho soy un fiel creyente del poder de la visualización. El problema es que yo lo estaba haciendo de forma incorrecta. No estaba visualizando, lo que estaba era desesperado por ganar lo necesario para reemplazar lo que me ganaba cuando era empleado. Visualizar y necesitar son dos cosas muy diferentes, incluso opuestas.

«La vida no responde a los necesitados, responde a los sembradores.»

Libro: La Buena Suerte de Álex Rovira / Fernando Trias de Bes

Errores más relevantes

Falta de enfoque. Tenía 2 proyectos que quería posicionar al mismo tiempo y no contaba con la experiencia suficiente para llevarlos a ambos a buen puerto.

Tener tanta necesidad de generar ingresos: Eso me estresaba y añadía mucha presión a mis días.

Aprobación de los demás: Querer demostrarle a otros que yo estaba en la ruta correcta y que ellos estaban equivocados al no creer en mí.

Baneo en YouTube: La prisa por generar ingresos me llevó a cometer un error que me costó US$ 300 mensuales y 2 años de trabajo. Lo perdí todo, los ingresos se fueron a pique en 1 semana, me desanimé y tuve que volver a buscar empleo.

Reactivo en vez de proactivo: Aquí llegó mi punto de quiebre, no sólo afectó mis proyectos, también mi vida personal entró en caos. Los pocos ingresos que generaba, desaparecieron en cuestión de días. Intenté levantar todo de nuevo, pero no pude.

Dos semanas después, lo único que se me ocurrió fue buscar empleo otra vez, (más por desespero que por convicción). Era como volver a empezar.

Empleado pero infeliz: Siempre tuve la fortuna de encontrar empleo rápido y en esa oportunidad no fue la excepción, aunque en realidad no quería un empleo, quería levantarme y seguir luchando como emprendedor, pero la presión interna y externa me hizo perder el rumbo.

¿El resultado?

Pasé por 4 empleos diferentes en 1 año, perdí 8 kilos de peso, sentía que mi vida era un completo fracaso, vivía estresado, de mal humor y culpando a todos a mi alrededor por mi situación actual. Y aunque en ese momento no lo veía así, la verdad es que el único responsable de todo era yo.

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido siempre habrá incertidumbre, pero es en esos momentos donde debemos tener fortaleza y control mental para mantenernos en el camino y seguir avanzando hacia nuestros objetivos.

¿Por qué siempre tenemos la tendencia a pensar que todo puede salir mal? ¿De dónde viene ese miedo que aparece constantemente?

No tengo una respuesta para las preguntas anteriores ya que no soy experto en psicología, pero hay algo que he aprendido con diferentes autores de desarrollo personal que seguro te puede servir a ti también y es…

Todas las personas tenemos que convivir de por vida con 2 voces internas, una de miedo y otra de esperanza, la clave está en saber a cuál escucharemos de acuerdo al momento y la situación. La ventaja es que cualquiera que elijas es 100% tu decisión.

Finalmente, hablemos de lo que he aprendido con respecto al objetivo #3. El aprendizaje es muy simple.

La única persona que debe creer y apoyar tus objetivos eres tú. Nadie más.

Lo que digan los demás (familiares, amigos, conocidos, profesores y cualquiera), no tiene ninguna importancia más allá de la que nosotros decidamos darle. Toma de cada persona sólo lo que te sirva para avanzar e ignora lo que no resuene contigo.

Entre más rápido entiendas y aceptes esto, mejor te irá en cualquier cosa que hagas.

2016 – 2017

El miedo te paraliza

En esta estapa entré en un estado de parálisis por análisis, especialmente por todos los líos mentales que acumulé entre 2013 y 2015.

Y aunque tomé la decisión de “quemar las naves” para jugármela a vencer o morir, tenía una mezcla de sentimientos que no me permitieron avanzar como anhelaba.

Este fue un momento donde me tuve que enfrentar a mis miedos y decidir si me dejaba vencer por ellos o pasar por encima y avanzar.

No es fácil estar ahí, pero me atrevo a afirmar que todos debemos enfrentar este momento en alguna parte (o en varias) de nuestra vida, y la decisión que tomemos será clave para nuestra realización personal. 

«El Universo te envía caos permanentemente para que tu vida cambie»

Diego Dreyfus

Acciones implementadas

No permitas que nadie te diga que no puedes hacer algo.

Sólo uno. Alejarme de todo lo que me impidiera  avanzar hacia la meta de ser emprendedor digital. Eso incluía personas, malos hábitos, inseguridades, negativismo, miedo, etc.

Después de vivir un mes cargado de momentos negativos y llenos de incertidumbre, decidí darle un giro de 180° a mi vida y me puse como tiempo límite 1 semana.

Recordé las experiencias difíciles que había tenido que enfrentar en el pasado y que logré superar. Me armé de valor y modifiqué drásticamente la ruta sin cambiar la meta.

Recuerda algo

Existen diferentes caminos para llegar a un mismo lugar, lo único que necesitas es parar por un instante, pensar y salir a buscarlos.

Tomar esta decisión tan drástica fue muy dolorosa, pero mi voz interior me decía que era eso o quedarme anclado a una vida que no era la mía, llena de rutina y donde no habían grandes sueños por alcanzar.

Debido a que tenía claro mi objetivo de ser emprendedor digital, si iba a tener un empleo (mientras me estabilizaba y superaba mi crisis reciente), tenía que ser en marketing digital. Afortunadamente lo logré.

Tuve la oportunidad de trabajar como director de marketing digital en 2 empresas, una agencia de desarrollo web y una empresa de tecnología respectivamente.

Estoy muy agradecido con ambas experiencias debido a que me ayudaron a crecer tanto en lo personal como en lo profesional, y fueron claves en ese proceso de transición que estaba viviendo.

En esta etapa mis principales errore fueron insistir en cosas que no podía cambiar y estar a la defensiva todo el tiempo. Aunque hay cosas muy difíciles de entender, hay que aceptarlas y tomar decisiones para poder avanzar.

«Las cosas no cambian; somos nosotros los que cambiamos.»

Henry David Thoreau

Errores más relevantes

Hablando de más y sin pensar: Debido a que estaba pasando por un momento personal muy difícil, en varias ocasiones dije e hice cosas que hirieron a otras personas.

Dejé de avanzar hacia mi meta principal: Me enfoqué demasiado en ambos empleos en su respectivo momento y pausé el avance de mis proyectos digitales.

Invertí tiempo en cosas triviales: Entré en una zona de confort y en los ratos libres que tenía, en vez de avanzar con mis proyectos, me la pasaba viendo series y contenido que no le aportaba ningún valor a mi vida.

Culpa y más culpa: Dediqué mucho tiempo y energía a culparme por todos mis errores del pasado.

Perdí la confianza en mí: Caí en la trampa del síndrome del impostor afectando notablemente mi avance como emprendedor. Fue un bache duro del que me costó salir.

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido siempre habrá incertidumbre, pero es en esos momentos donde debemos tener fortaleza y control mental para mantenernos en el camino y seguir avanzando hacia nuestros objetivos.

¿Por qué siempre tenemos la tendencia a pensar que todo puede salir mal? ¿De dónde viene ese miedo que aparece constantemente?

No tengo una respuesta para las preguntas anteriores ya que no soy experto en psicología, pero hay algo que he aprendido con diferentes autores de desarrollo personal que seguro te puede servir a ti también y es…

Todas las personas tenemos que convivir de por vida con 2 voces internas, una de miedo y otra de esperanza, la clave está en saber a cuál escucharemos de acuerdo al momento y la situación. La ventaja es que cualquiera que elijas es 100% tu decisión.

Finalmente, hablemos de lo que he aprendido con respecto al objetivo #3. El aprendizaje es muy simple.

La única persona que debe creer y apoyar tus objetivos eres tú. Nadie más.

Lo que digan los demás (familiares, amigos, conocidos, profesores y cualquiera), no tiene ninguna importancia más allá de la que nosotros decidamos darle. Toma de cada persona sólo lo que te sirva para avanzar e ignora lo que no resuene contigo.

Entre más rápido entiendas y aceptes esto, mejor te irá en cualquier cosa que hagas.

2018 – 20

Si tú cambias, todo cambia

Ten cuidado con lo que piensas, porque si persistes, tus pensamientos se van a manifestar.

El 10 de julio de 2017 mi esposa me daba una noticia que marcaría una antes y un después en mi vida. Estaba embarazada de Sofía, nuestra primera hija.

En ese momento todavía era empleado pero estaba volviendo a la ruta del emprendimiento, cada día tomaba más fuerza la idea de volver y retomar mis proyectos digitales. Lo que no sabía era que debía pagar un precio por regresar.

«Uno no puede tener un mayor o menor dominio que el dominio de sí mismo»

Leonardo da Vinci

Estoy preparando más contenido

Si has llegado hasta este punto, no se qué opines de todo lo que he escrito, de corazón espero que pueda servirte para algo, porque con ese objetivo fue que tomé la decisión de hacerlo, además de querer mirarme al espejo.

Sin embargo, y más allá de eso, creo que estamos de acuerdo en lo siguiente: Cada día al abrir los ojos y levantarnos, tenemos una nueva oportunidad para escribir nuestra historia. Está en cada uno de nosotros decidir cómo será.

Por ahora, me estoy tomando una pausa en la escritura. Y no porque no tenga nada nuevo qué contar, por el contrario, tengo tantas experiencias nuevas para compartir que debo poner mis ideas en orden. Pero para no dejarte en medio de la nada, te voy a adelantar algunas buenas nuevas.

La primera es que la familia creció. En 2021 nació Sebastián, nuestro segundo hijo. Llegó para reafirmar que la vida es hermosa si así queremos verla, pero que al mismo tiempo está llena de incertidumbre y de nuevos retos por afrontar.

Y la segunda es que desde que la Vida me dio la oportunidad de ser papá, no hemos parado de avanzar, con tropezones y todo, pero remando hacia adelante con la motivación a tope y con el firme propósito de lograr cada uno de los objetivos que nos hemos propuesto, y no se trata solo de mí, sino del bienestar de nuestra familia.

Así que prepárate, porque apareceré con más frecuencia en este blog.

Por el momento, si necesitas apoyo para tus proyectos digitales, ya sea en SEO o en implementación web, estamos listos para atenderte.